"Pastillas" de caldo de carne

Más de una vez os he recomendado en una receta que pusierais una pastilla de caldo. Incluso creo recordar que  un día me llevé la reprimenda del maestro Bernardo Romero por no hacerlas yo mismo. Pues bien, he de deciros que, aunque hasta ahora no haya dicho nada, en mi cocina hace años que no entra una pastilla de caldo de esas que venden en los supermercados y creo, que a partir de ahora, en las vuestras tampoco, porque vais a ver qué fácilmente se hacen y se conservan para su uso repetido, y encima hay una cosa fundamental: que sabemos cómo y con qué están hechas.

Lo primero que debemos hacer es buscar algo de música para sentirnos a gusto y servirnos una cervecita bien fría. Hoy tenía el punto flamenquito y me ha apetecido cocinar con el maestro Manolo Carrasco, con la pieza de su disco Gitana, La Rábida, unos fandangos de Huelva orquestados e interpretados al piano por el maestro que os dejo aquí para vuestro disfrute.




Para la elaboración de las pastillas necesitaremos:
  • 1/2 kilo de carne magra de ternera picada.
  • 1/2 kilo de verdura variada: un par de zanahorias, dos puerros, una rama de apio, un tomate y unos trozos de calabaza, por ejemplo, que son las verduras más utilizadas para los caldos.
  • 300 gramos de sal.
  • Un chorreón de vino blanco -opcional-

Molemos la verdura de manera que quede lo más fina posible y la ponemos junto con el resto de ingredientes en una cacerola a fuego medio removiendo durante una media hora. Obtendremos una pasta más o menos homogénea que, para que adquiera una buena textura, pesaremos por la batidora. La guardaremos en una de esas cajitas de plástico herméticas -¡qué cantidad de palabras para no decir "táper"!- que podemos poner en el congelador sin miedo a que se nos congele debido a la gran concentración de sal que lleva, con lo que podremos usarla cada vez que lo necesitemos. Una cuchada equivale a una pastilla de caldo, y recordad que si la usamos no necesitaremos añadir sal al guiso que estemos realizando.

Comentarios

  1. Esta sugerencia me parece fantástica, pues el poder hacer nosotros mismos las pastillas o cubos de caldo, evitará que compremos las tradicionales que contienen colorantes y conservadores.
    Gracias

    ResponderEliminar
  2. Ahora que el frio acecha nos viene bien hacer e incorporar estas Pastillas made at home a los guisos más consistentes.
    Gracias por la receta y por la música, van bien unos Fandangos para animar el sábado por la mañana.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. con esta musiquita y tu consejo me voy corriendo a mis aposentos (cocina)

    Un beso, Juanjo

    ResponderEliminar
  4. Pensaba que era más complicado! Yo me he acostumbrado a no guisar con pastillas de esas porque no me fío ni un pelo, pero ahora con este consejo... Gracias :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario