Fideos con berdigones.

A nada que se pase uno por la pescadería se viene a poner de antojo, y la verdad es que no es tan grave si se sacia con unos berdigones. Esta mañana los tenían que daba gusto verlos y pensé en comérnoslos con unos fideos. Así que me los traje además de unas almejas que, excepto un puñado que las he echado en los fideos, nos las vamos a comer solas, abiertas.
Este tipo de guisos son muy marineros, y en poblaciones de la costa de Huelva y Cádiz es muy común encontralos hechos con almejas, con caballa, con chocos, con cazón, con tomate,... y todos ellos son de extrema simplicidad y de un exquisito paladar




A parte de esta canción del grupo Kean, Bend and break, y un cervezón para el cocinero que le sirva para enjugar las penas y los lagrimones que le va a provocar el cortar la cebolla, vamos a necesitar:

  • La susodicha cebolla, que no veáis cómo pica, la joía.
  • un pimiento verde
  • otro pimiento rojo
  • un tomate grande maduro
  • un diente, o dos, de ajo
  • unos granos de pimienta
  • una pizca de azafrán, ñora o colorante alimentario si os apetece, si no, nada, que con el refrito ya coge color y sabor.
  • un vaso de vino blanco
  • la estrella invitada, los berdigones, claro está. De estos tendréis que poner a depurar unas horas antes en un cacharro con agua y sal, para que suelten la arena que puedan tener, 1/2 kilo.
  • y cómo no, los fideos. Usaremos unos de estos que son gorditos, del número 4. Yo para tres he echado unos 200 gramos.

    En una cacerola baja con una lámina de aceite de oliva virgen extra que ya esté calentito, echamos la cebolla cortada en aros, los ajos en láminas, los pimientos en tiras y el tomate pelado, sin pepitas y cortado a dados y esperamos, removiendo de vez en cuando, a que se sofrían. Ponemos las bolitas de pimienta y la pizca de azafrán, ñora o lo que sea.

    Mientras, echamos en un cacharro hondo los berdigones -reservando algunos crudos para echarlos al guiso con su cáscara al final- ya enjuagados con un poco de agua en el fondo, y los ponemos al fuego para que se abran. En cuanto los veamos que están abiertos lo apartamos para que pierdan el calor y no se sigan cociendo, que se acartonan.

    Cuando el refrito esté de buen ver le echamos el vino y el caldo que han soltado los berdigones pasado por un colador. Vamos removiendo mientras rompe a hervir al objeto de que el refrito quede integrado en el caldo como si se tratara de una salsa. Si tenéis en casa algún tiquismiquis de esos a los que no les gusta encontrarse la mijita de cebolla o de pimiento, podréis pasarlo por la batidora para que no os dé el almuerzo.

    En el caldo hirviendo echamos los fideos y los dejamos cocer el tiempo que indique el fabricante o hasta que los probemos -aprovechad para probar y enmendar de sal- y veamos que ya casi están. Como os comento con el arroz, no dejéis que se os quede en seco. Es el momento de echar los berdigones que hervimos , ya sin las conchas, y de poner los crudos, yo además le he echado algunas de las almejas que os comenté.

    Lo dejamos reposar con la tapa puesta hasta que se abran los bichos que hemos puesto enteros y servimos.

    Comentarios

    1. Buena pinta, vive Dios. Mientras los jodidos verdigones, o berdigones al escribir más que al decir de los huelvanos, no traigan tierra y cangrejitos liliputienses, la cosa puede ir de maravilla.
      Post scriptum: Vuesa merced también está en la terna. Los otros dos elementos que la completan se han invitado ya por el morro. Usted, no. A usted habrá que invitarlo como suele ser natural y habitual. Me pondré en contacto con usted mañana mismo, que no hoy, pues siendo miércoles, no se le ha visto el pelo ni por la barbería del Mono. Un abrazo.

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    2. Tiene razón, como no puede ser de otra manera, en que en el escribir de los huelvanos no se atisba ni por asomo la posibilidad de que, como indica además la RAE, se escriba el nombre del molusco bivalvo con V de verde, tal como le sugiere, además, el color. Más, si me aprieta, que a mi ya nada tierna edad la considerase por haber subido y bajado la calle -esa sí, con B- que lo rememora, como todo el mundo en nuestra ciudad, durante toda mi vida. Seguro que su historia tiene y que usté mejor que nadie puede traerla a este blog, o al suyo si lo estima conveniente. Yo, por mi parte, pienso dejarlo así, no lo voy a corregir.

      Respecto su post scriptum, no dude ni por un instante que invitado me sentía a pesar de que ha sido miércoles, y le digo que no le tome en cuenta a los "elementos" el que le echen morro al asunto porque, como canta Serrat, "mis amigos son unos atorrantes",...pero amigos nuestros son, qué le vamos a hacer.

      Otro.

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    3. Juanjo!!! qué maravilla de plato!!! de mis favoritos...Y mira que empecé a comerlo aquí en Sevilla cuando me lo hacía mi suegra!!! qué rico!!!! Pero una pregunta, los berdigones son berberechos ¿no? es que con berberechos no lo he probado, sino con almejitas....vas a tener que invitarme!!!!!!! je je

      Besos!!!!

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    4. Hola, Susita.

      Sí, se trata de los berberechos. Con almejas sale igual, con las diferencias de sabor que hay entre los dos moluscos.

      Lo de la invitación, ya sabes, cuando quieras.

      Gracias por la visita.

      Besos.

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    5. Desde la RAE tiene un encomiable trabajo dando esplendor y lustre a las letras españolas, pero il populi tiene más poder. Aquí en Huelva, sin ir más lejos, como somos como somos, o semos, pues le nombramos berdigón desde antes de que se normalizara la lengua y tuviéramos el diccionario. Igual lo de verdigón puede ser, como dice el diccionario de la RAE por el color verde que no tiene, sino que realmente se le adhieren minúsculas algas que le dan un aspecto verdoso, pero el verdigón, perdón, el berdigón, es blanco anacarado con ribetes coloraos o sepias (no de choco, sino del color) virando al morao. Es decir, que igual le pusieron ellos la uve pensando en que se le nombraba así por el color que en realidad no tiene, y santas pascuas. Yo, como vuesa merced, le seguiré nombrando y escribiendo berdigón. Para ver el rigor en el origen atribuido a algunas palabras, sólo hay que ver la definición que de berberecho, que es lo mismo, hace la RAE en el diccionario: berberecho.
      (Del gr. βέρβερι, ostra de las perlas).
      1. m. Molusco bivalvo, de unos cuatro centímetros de largo y conchas estriadas casi circulares. Se cría en las costas del norte de España y se come crudo o guisado.
      Y ahora io debería apuntar lo siguiente:
      a) Desde luego que venga del griego Berberi que significa ostra de las perlas tiene muchos, pero muchísimos huevos, siendo como es un humilde bivalvito, el pobre.
      b) ¡Coño! como sean de cuatro centímetros de largo, con las conchas tan estriadas que tiene, te pides una ración en el bodegón del Litri y se te puede quedar la boca con más boqueras que una cria de gorrión.
      c)Oiga, se cría en las costas del norte y también aquí, o si no pásese el señor presidente de la Academia por la otra banda del Rompido y con solo meter las manos en el fango sacará, como poco, cuarto y mitad de berdigones.
      d)Lo de guisado, vale, aunque sigo defendiendo que como están mejor es abiertos al vapor y con media limeta de vino del Condado, fresquito, al lao. Mais permitáseme indicar a los usuarios del diccionario de la RAE, que como se coman medio kilo de berdigones cruditos, van a estar cagando tres días seguidos, que no veas lo indigestos que son, abiertos al vapor o guisados con fideos, así que imagínese (de John Lenon) el personal como serán crudos, que servidor, desde luego, nunca los ha probado.
      y e) Hasta mañana, tronco, te dejo que meviaiavé una película. Quede usté con Dios y con la compaña.
      Post scriptum: Besos a la compaña, y recuérdele usted que mañana tiene un mandaíto que hacer a eso de las tres de la tarde.

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    6. Buena pinta tienen esos fideos un plato me lo merendaba, pero no se donde estan los fideos, estan escondidos, buena suerte y hasta luego
      un saludo

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    7. Bueno, Antonio, maestro, yo creo que si amplía usted la foto seguro que ve los fideos; y si no, créame si le digo que, como las brujas, haberlos habíalos, jeje.

      Un abrazo.

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    8. Menuda pinta te quedó de lujo!! lo que daría por un platito...
      saludos

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    9. Nada, Jalea, quedamos y os venís con Susita e invitamos a los maestros Bernardo y Antonio.

      Gracias por tu visita.

      Besos.

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    10. Juanjo.. corazon!!!!!!!!!
      OYE QUE PLATO MAS RICO..!
      gracias majo, un beso

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    11. Qué tal Juanjo!!!! que nos tienes abandonaos a tus fans!!!!!! a ver si te metes en la cocina se te echa de menos!!!! besos!

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    12. Hola, he llegado aquí por lo de Verdigón-Berdigón. Para mí que es con V, de verde, verdín, que es el color del que salen. En la calle está con B, http://sp4.fotolog.com/photo/20/34/74/cacomac_caco/1234181750852_f.jpg
      pero viendo mapas antiguos de Huelva, como este http://wikanda.huelvapedia.es/imagenes/Topogr%C3%A1fico_de_Huelva_1870.jpg se lee Calle del Verdigón, de 1870. para mí que el que se equivocó fue el que hizo el letrero nuevo y con el paso de los años la gente lo ha asumido así.
      Más info http://www.ictioterm.es/nombre_cientifico.php?nc=200

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    13. Me da no sé qué no poder dirigirme a ti por un nombre, pero te doy las gracias por tu magnífica aportación.

      Seguro que el maestro Bernardo y tú tenéis toda la razón. Ni siquiera me había planteado si el nombre de nuestro protagonista pudiera estar mal escrito en nuestra calle o en los puestos de los vendedores del mercado, ni tampoco la etimología de la palabra. A fuerza de haberlo visto escrito así durante toda mi vida he asumido como correcta la ortografía de la palabra, de manera que ahora, que sé que está mal, me parece hasta bonita.

      Un saludo.

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    14. Buenas de nuevo,soy el mismo que puso hace tiempo lo de los mapas. Volviendo a lo del nombre, aunque esto tenga unos añitos. Parece que en lengua de nuestros vecinos portugueses, al berberecho se le llama berbigão/berbigões. Creo que sencillamente nosotros tenemos la mezcla Verdigón+Berbigão = Berdigón. Esto sucede con palabras propias onubenses como Gañafote, muy similar a la portuguesa gafanhotos, con la que se nombra al animal. Simplemente estamos entre dos lenguas y de la combinación sale nuestro particular vocabulario. un saludo

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