Patatas a la riojana


La verdad es que es una delicia que refresque el tiempo. Está bien eso del veranito y las comidas ligeras y fresquitas, pero los amantes del cuchareo sufrimos el verano como una inclemencia climatológica que nos separa de nuestros principales gustos culinarios.

Lo que nos ocupa hoy es una exquisitez que no está reñida con su extrema simplicidad, que como ya hemos dicho muchas veces por aquí, para que las cosas estén ricas no hay necesidad de complicarse demasiado.

Mientras os preparo la lista de la compra os dejo con la canción de Enrique Bunbury, "Hay muy poca gente" -ya sabéis, si vienen más le echáis otra papa- y un vasito de rioja para meternos en situación.


  • Una cebolla grande
  • Un pimiento rojo y otro verde
  • Un par de dientes de ajo.
  • Varias guindillas, en función de lo que os guste el picante.
  • Una cucharada de pimentón de La Vera. Si tenéis un pimiento choricero se pone en vez del pimentón, pero lo hidratáis metiéndolo un rato en agua y le sacáis la carne con la punta de un cuchillo y se la  echéis al guiso.
  • Una hoja de laurel.
  • Un vaso de vino blanco.
  • Un kilo de patatas.
  • 3 ó 4 choricitos tipo jabuguitos que no estén muy secos.
En una cazuela de barro ponemos a refreír, como siempre, en una lámina de aceite de oliva virgen extra la cebolla y los ajos cortados en láminas y los pimientos en juliana. Cuando se haga el sofrito, pero sin que se dore, echamos los chorizos cortados en varios trozos, dejamos que se refrían un poco y añadimos una cucharadita de pimentón, las guindillas y el laurel. Ojo con el pimentón que se pasa en seguida. Echamos el vaso de vino para evitar que el pimentón se siga friendo.

Una vez limpias las patatas las chascamos; esto significa que una vez iniciado el corte con el cuchillo partimos el trozo de patata sin terminar de cortar y tirando levemente hacia un lado. Así conseguimos que los tacos tengan una forma irregular y que la salsa engorde con la patata que se desprende de los tacos. Esta manera de cortar las patatas es muy aconsejable en todos los guisos de patata.

Echamos las patatas, removemos dejando que se rehoguen un poco y cubrimos de agua. Tendremos que probar de sal y esperar a que las patatas se pongan blandas. La cantidad de salsa que se le deje dependerá de nuestro gusto y será cuestión de dejar evaporar más o menos cantidad, pero teniendo cuidado de que no se nos pegue.

Comentarios

  1. cocinillas, desde luego yo soy de las tuyas...como el cuchareo, ná. je je.
    (Hoy estuvo mi marido comiendo por tu pueblo, en la Plazuela. A ver si me lleva a mí algún día...) Pues con las patatas a la riojana nunca me animé y eso que Sacer, mi amiga del blog "Uvas y queso saben a beso" cuando estuvo aquí en Sevilla me trajo un libro de cocina riojana (ella es logroñesa) que no veas. Menuda pinta tiene todo. Además es un plato muy apañao. Como tú dices, si llega alguien de improviso una papa más y arreando. Pero amigo, si además lo haces en cazuela de barro, esto no se puede mejorar. El punto del pimentón de La Vera, fundamental. A ver si me pongo ¡y te las copio!

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