Codornices en escabeche

Esas codornices de la foto, a pesar de lo que parezca por el decorado, no las he cazado yo. Hace tiempo que por circunstancias que no vienen al caso colgué la escopeta, espero que no definitivamente. 

Lo cierto es que en casa se escuchan los tiros que desde que abrió la veda suenan en el coto que está cerca, y eso, aparte de ponerme los dientes largos por no estar en el campo con los perros, me trae el recuerdo de la vertiente culinaria de la cinegética. 

Seguramente he pensado que poner remedio a las ganas de comer algo de caza era más fácil que solucionar las ganas de salir al campo con los amigos y terminar "echando una mancha" en la bodega:

Qué bonita una escopeta
y un perro con buenos vientos
una besana de trigo 
y una sombra pa yo verlo.

Y que se arranque una liebre
como el viento de ligera
y que la corra mi perro
y que la alcance a mi vera.

¡Qué me gusta disfrutar
de mi escopeta y mi perro
y de una copa de vino
y de los hombres cabales
que al campo vienen conmigo!

Que cantaba Rafael del Estad

Así que no me he querido privar del placer culinario y me he ido a comprar unas codornices al súper, que aunque no sean de campo y estén menos ricas, dan el avío. Lo otro, tengo también el propósito de remediarlo.

Para preparar el plato he pillodo media docena de codornices, pero este mismo guiso lo he hecho antes con conejo, perdiz, faisán,...la diferencia va  a estar en el tiempo de cocción por la dureza de la carne.

Para el escabeche vamos a necesitar:
  • Una cebolla
  • un puerro
  • 3 o 4 dientes de ajo
  • una ramita de apio
  • una zanahoria
  • una hoja de laurel
  • unos granos de pimienta
  • tomillo
  • orégano
  • un vaso de vino blanco
  • un vaso de vinagre de vino -si es muy fuerte valdría con medio-
En una cacerola, si es de barro mejor, doramos un poco, en este caso, las codornices ya limpias, por supuesto, y las reservamos. En el mismo aceite ponemos a refreír la cebolla, el puerro, los dientes de ajo y la rama de apio todo cortado en trozos no muy grandes. Antes de que se doren ponemos la zanahoria cortada a rodajas y la rehogamos un poco. A continuación devolvemos las codornices al guiso y echamos los granos de pimienta, una cucharada de tomillo y otra de orégano, la hoja de laurel y un pellizco de sal. Removemos todo para mezclarlo bien y echamos el vino y el vinagre. Dejaremos cocer hasta que la carne esté tierna, lo que comprobaremos con la ayuda de un tenedor. Si necesitáramos más cocción deberíamos añadir un poco de agua y evitar que el guiso quede seco.

Dicen que de un día para otro están mejor, e incluso que se puede meter en conserva. La verdad es que en casa no da nunca tiempo a comprobarlo, pues caen sobre la marcha.

A la hora de servirlas podéis pornerle unas buenas papas fritas. A mí me gusta sacar la carne y echar en la batidora el resto del guiso para hacer un puré o salsa con el que acompañar la carne y las patatas. A veces ese puré incluso ha tenido más éxito que la propia carne,...eso sí, con mucho pan.

Comentarios

  1. A nosotros nos encanta la caza. Bueno, comer caza, ja ja ja. Porque la escopeta no es lo nuestro. De todos modos algunos amigos se dedican a ello con afición y nos mandan perdices todos los años. Con ellas hacemos arroz y escabeches. Las codornices nunca las preparamos, porque no nos las traen, pero ricas están un rato. En concreto el escabeche les da un toque extraordinario. Ya veo que las tuyas volaron...¡y no por estar vivas precisamente!

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  2. ¡Jo, susina, eso es lo que me hacía falta a mí, unos amigos como esos tuyos! A ver si los míos que siguen en el tema se tiran el detalle con uno. Voy a tener que "echarme al monte".

    Ufff, perdices,...unas judías con perdiz, o la patirroja como estrella de una sopa, o en salsa, o con arroz,... ¡Qué rico!

    Gracias por comentar. Un beso.

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  3. Bueno, María, haz lo que yo: ve al súper y te haces de algunas codornices. En el que yo voy, ése que ha proliferado por toda España y que imagino que tendrás uno cerca de casa, las venden en paquetitos de 2, así que no hacen falta escopetas.

    Yo también te leo siempre, aunque no te comente.

    Me alegro que sigas ahí.

    Un beso.

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