Alcauciles rellenos de bacalao


En casa gustan bastante los alcauciles pero, normalmente, los comemos rellenos de jamón o guisados en una menestra, por lo que andaba buscando algo diferente. El problema es que ya se sabe que  siempre dejan un sabor dulzón y por eso hay que buscarles un buen compañero de viaje para que la comida no sea "la cosa  más dulce", como la canción de U2.

 

Leyendo en un libro antiguo que tengo por ahí, vi que hablaba de hacerlas rellenas de una bechamel hecha con  bacalao, y aprovechando que tenía echado en remojo un bacalao desmigado para hacer una patatas aliñadas, y pocas ganas de hacer bechamel, pensé en hacerlas de esta forma que ahora os cuento y han salido muy ricas.

Necestimos:
  • Media docena de alcachofas.
  • 150 gr de bacalao desmigado que habremos puesto a desalar el día antes
  • un par de huevos
  • varios dientes de ajo
  • pan rallado
  • perejil
  • un limón.
Arreglamos las alcachofas cortando el tallo por la base y las puntas, quitamos las hojas exteriores que sean más duras, y las abrimos un poco con los dedos tal como se explica en el enlace de arriba, donde además podéis ver el resultado. A continuación vamos a cocer las alcachofas y para ello, en primer lugar, las regamos con el zumo del limón -así no se oscurecen- y las introducimos en un cacharro donde además del agua procuraremos que esté el zumo del limón. Sabremos que están cuando, pinchando con un tenedor, seamos capaces de llegar al corazón del alcaucil sin que muestre resistencia.

Mientras se cuecen iremos preparando la masa para el relleno. Para ello, lo primero es deshacer las migas de bacalao aprovechando para quitar alguna espinita que se pueda haber colado. A continuación echamos el bacalao en un huevo batido, añadimos los ajos, el perejil picado, y vamos agregando pan rallado para que la masa vaya espesando.

Cuando estén las alcachofas las sacamos y las escurrimos bien, muy bien. Con cuidado de no quemarnos, si las dejamos enfriar, mejor, iremos abriéndolas un poco con los dedos e introduciendo la masa de modo que queden rellenas con ella.

Batimos el otro huevo y ponemos pan rallado en otro plato. Pasamos las alcachofas por el huevo batido y a continuación por el pan rallado,...y repetimos: pasamos otra vez por el huevo y otra vez por el pan rallado. El objetivo de este doble es crear una costrilla crujiente y contener el relleno y que no se salga.

Por último las freímos en aceite de oliva virgen extra bien caliente hasta que adquieran ese apetitoso tono dorado. Las de la foto, como veis, las he servido con un poco de mayonesa, hecha en casa, desde luego.

Comentarios

  1. Me ha gustado mucho los alcauciles con bacalao, tendre que probarlos. Por cierto un 10 para la cancion de U2.
    Saludos

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  2. Juanjo, a mí los alcauciles me encantan hasta al vapor y solos. Imagínate con cualquier otro ingredientes ¡me chiflan! y con bacalao tienen que hacer un dúo de lujo. Muy buena idea y además originalísima!!!!

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  3. Me alegro que tanto la música como la receta haya sido de vuestro gusto, vecinos. Gracias por venir.

    Cocinera, ¿y crudos, no los has probado? Recuerdo que hasta de niño me gustaban, hasta más que cocinados, porque me encantaba morder lo blanquito que se quedaba en las penquitas de las hojas verdes; todavía lo hago cuando las quito para limpiarlos.

    Besos.

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  4. Juanjo,, esto esta de muerte lentita.. jomío!!!
    q rico
    besazo

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  5. Pues crudos no los he probado, pero todo se andará! ya sabes que no le hago ascos a nada...je je
    ¿Pero no sabes qué es directo al paladar? Una pagina web de temas gastronómicos muy famosa...!!! a que ahora te das cuenta???

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  6. Sí, María, es una verdadera tortura para matar lento, lento, lento,...con un buen vino, eso sí. :)

    Mujer, susina, te sorprendería el despiste que llevo encima con estas cosas. Voy a buscar por ahí y si no lo encuentro, ya te pediré un link.

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